Islas del Rosario: un paraíso en Cartagena
La mañana del jueves nos despertamos bien temprano, desayunamos en el hostel y preparamos las cosas para pasar el día en las Islas del Rosario. Como éramos 3, decidimos tomar un taxi hasta el Muelle Turístico por el que abonamos 5000 COP.
Apenas nos bajamos del taxi, es decir no habíamos llegado aún a los puestos de taquilla del muelle, un montón de vendedores nos vinieron a ofrecer sus paseos y excursiones. Estuvimos negociando un rato, comparando precios y regateando, hasta que finalmente decidimos tomar una excursión con destino a Cocoliso, una de las 27 islas que componen las Islas del Rosario.
Todas las excursiones para ir a las Islas del Rosario salen desde el Muelle Turístico, así que lo más conveniente es ir bien temprano para aprovechar el día y regatear los precios de los tours.
Nosotros pagamos 50000 COP por la excursión y una vez que entramos al muelle, tuvimos que pagar 12000 COP mas en concepto de impuestos por usar el muelle o algo así. De acuerdo a lo que dice el ticket esa contribución se reparte 50/50 entre el mantenimiento del Muelle y el de los Parques Nacionales.
Luego de pagar el impuesto, nos subimos a bordo de la lancha rápida que en 45 minutos nos dejaría en el Resort Cocoliso.
Salimos desde el Muelle de los Pegasos, que está al frente del Reloj Público, navegamos por toda la bahía de Cartagena y fuimos recorriendo Tierrabomba, Bocachica y Barú hasta llegar a nuestro destino.
Las Islas del Rosario, también llamadas Corales del Rosario, son un pequeño archipiélago formado por unas 27 islas, que son parte de la zona insular de Cartagena de indias. Estas islas coralinas, fueron declaradas parque nacional y son uno de los mejores lugares del caribe colombiano.
El tour que pagamos incluía además de la visita a las islas, el traslado, el almuerzo y la posibilidad de usar las instalaciones del hotel, como la piscina y el bar.
Cuando llegamos a destino, estaba realmente feliz ya que era mi primer día de playa después de dos semanas de viaje!.
El resort tenía muy buenas instalaciones: 2 piscinas, un bar, canchas deportivas, etc. aunque lo mejor era la playa en donde aproveché para bañarme, tomar sol y después descansar en una de las tantas hamacas paraguayas.
Cuando se hicieron las 15:00 (hora en la que se regresa de estos paseos), nos tocó volver a Cartagena y como el mar estaba bastante picado nos demoramos más de una hora en regresar.
Llegamos pasadas las 17:00 y nos fuimos a bañar porque esa noche teníamos reservado el paseo en la chiva.
Bueno, esto es todo por ahora.
Nos leemos en el próximo capítulo!
Abrazos, Patricia
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