Coronavirus: claves y tendencias del turismo post-pandemia
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El Covid-19 ha llevado al mundo a su paralización y el turismo ha sido el más golpeado de todos los grandes sectores económicos. No hay dudas de que las empresas del sector turístico son las primeras damnificadas en este nuevo escenario mundial.
Sin embargo, no es la primera vez que el turismo se ve afectado. En las últimas décadas numerosos acontecimientos sacudieron al mundo y también a la industria de los viajes. Tres de los hechos más importantes fueron la caída de las Torres Gemelas (2001), el brote del SARS (2003) y la aparición de la Gripe A (2009).
A pesar de haber tenido efectos devastadores para el turismo, ninguno de estos fatídicos sucesos puede compararse con lo que estamos atravezando hoy. La pandemia del coronavirus ha dado inicio a una nueva crisis de duración, magnitud y alcance aún desconocido.
Por primera vez en la historia el 100% de los destinos mundiales siguen aplicando restricciones en los viajes y el 72% ha cerrado por completo sus fronteras al turismo internacional, según el último estudio publicado por la Organización Mundial del Turismo.
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¿Qué sucederá con el turismo?, ¿Cómo será viajar después de la pandemia? Estos son solo algunos de los interrogantes que resuenan en el aire aún sin respuesta. Mientras algunos países anuncian tímidos planes de desescalada y promocionan la vuelta a una “nueva normalidad”, lo cierto es que la incertidumbre económica y el cierre de fronteras continúan a la orden del día.
Claves y Tendencias del turismo post-pandemia
Hoy la industria de los viajes en su totalidad atraviesa un proceso de reinvención y ello implica un cambio de paradigma que afectará, entre otros aspectos, nuestra forma de viajar y de pensar los viajes.
Lentamente empiezan a surgir tendencias y muchas de ellas se van transformando en realidad, como los protocolos sanitarios que ya están aplicando muchas de las grandes cadenas hoteleras. Otras, en cambio, empiezan a tomar fuerza y a delinear una nueva forma de pensar y hacer turismo. La pandemia ha cambiado el mundo y la forma de interacción entre las personas. Luego de esta crisis, cambiará también la manera en cómo viajamos: desde las medidas sanitarias hasta cómo elegimos a donde ir.
Destinos poco explorados, exclusivos y de mayor contacto con la naturaleza empiezan a emerger como propuestas para un nuevo viajero con altos estándares sanitarios, que demandará más información sobre las políticas de aerolíneas, hoteles y destinos.
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Viajes cortos y de proximidad
Dentro de estas tendencias, los viajes cortos y de proximidad cobran fuerza. Son muchos los especialistas que vaticinan que la primera etapa de la “desescalada” empezará con los viajes nacionales. Esto suena bastante lógico, ya que no hay forma de predecir cuándo se abrirán las fronteras de otros países y cuánto costará el dólar cuando llegue ese día. Por otro lado, los viajes provinciales o nacionales exigen trayectos más cortos, por general son más baratos y no requieren tanta anticipación en la organización.
También se habla de la vuelta al uso del vehículo propio, en detrimento del transporte público que hoy en día pone en riesgo la seguridad y la práctica del distanciamiento social. En base a esta tendencia, son muchos los gobiernos provinciales y nacionales que ven en este nuevo panorama una gran oportunidad para impulsar el turismo local, a lo largo y a lo ancho del territorio.
Turismo Rural
El turismo rural será otro de los grandes beneficiados en la era post Covid-19. Este tipo de actividad que se caracteriza por desarrollarse en espacios naturales, será ampliamente solicitado por todos aquellos viajeros que quieran evitar las aglomeraciones que existen en las grandes ciudades.
Por otro lado, este tipo de turismo suele llevarse a cabo en localidades alejadas de los grandes centros urbanos y en establecimientos como casas de campo o estancias, que ofrecen un ambiente más exclusivo y por supuesto menos concurrido. Al tener menor capacidad que un hotel, en una cabaña o estancia es mucho más fácil mantener el distanciamiento físico y garantizar la seguridad de los servicios de hotelería.
En Argentina es posible practicar este tipo de turismo en provincias como San Juan, La Pampa, Santa Cruz y Entre Ríos, entre otros. También se desarrolla con fuerza en la provincia de Buenos Aires, que se caracteriza por la gran cantidad de pueblos rurales de su interior como San Antonio de Areco, Uribelarrea, San Andrés de Giles, Lobos y Tandil.
Junto con el Turismo Rural probablemente crezca la demanda de otras especialidades del Turismo de Naturaleza como el Turismo de Aventura o el Ecoturismo. Ambas modalidades se caracterizan por ser actividades que se desarrollan en grupos reducidos y en espacios amplios, bien ventilados, seguros e higiénicos.
Destinos y hoteles Covid-Free
El mundo del turismo está paralizado y es sabido que nada volverá a ser igual tras la crisis sanitaria y económica desencadenada por el coronavirus. Una de las más drásticas transformaciones tendrá como protagonistas a los destinos turísticos y a los hoteles, quienes deberán amoldarse a las nuevas normas y tendencias surgidas en el mundo posterior a la pandemia.
La etiqueta o sello “Covid Free” está siendo utilizada por muchos de ellos, como parte de una estrategia que busca acaparar la atención de los turistas extranjeros ni bien se retomen los vuelos y los viajes. Tanto destinos como hoteles están trabajando (sobre todo en Europa) en la implementación de sellos, certificados y protocolos sanitarios, que aseguren que las actividades turísticas realizadas en sus jurisdicciones o establecimientos cumplen con los estándares de higiene y seguridad para prevenir y controlar el Covid-19.
Muchos destinos como Portugal, Grecia y Croacia ya se han proclamado “Destinos Covid Free”, luego de su exitosa gestión en la lucha contra el coronavirus (Hosteltur, 2020).
¿Adiós al Turismo de Masas?
Lugares que favorezcan la práctica del distanciamiento social, destinos alejados de las grandes urbes, hoteles exclusivos y de mediana capacidad y actividades al aire libre en grupos reducidos, son solo algunas de las tendencias que parecen cobrar vida en este momento.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿estamos ante el fin del turismo de masas tal y cual lo conocemos? ¿Cómo será visitar la Fontana de Trevi en un futuro? ¿O ingresar al Louvre a ver la Gioconda, ubicada en la sala más concurrida del museo parisino?
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Es muy difícil hacer predicciones en este momento, pero sin duda las grandes urbes se verán muy afectadas y deberán trabajar en rigurosos protocolos de higiene y seguridad para limitar la afluencia masiva del público a sus instalaciones. En París, una de las ciudades más turísticas del mundo, ya se ha limitado el ingreso al Palacio de Versalles a tan solo 500 visitantes por hora y en el Museo del Louvre ya no se reciben pagos en efectivo para evitar el contacto físico con los billetes.
Todo parece indicar que estas medidas se irán replicando de ciudad en ciudad y propagándose como el virus. Al menos hasta que esta bendita pandemia tenga una vacuna efectiva.
Hacia un turismo sostenible
La limpieza en los canales de Venecia o la reducción de la contaminación en ciudades como París o Barcelona, han sido consecuencias directas del aislamiento al que (aún) nos vemos sometidos gran parte de la población mundial. Estos hechos, solo han puesto en evidencia cuan nocivo ha sido y es para el medio ambiente el estilo de vida que practicamos como sociedad.
Todos aquellos que formamos parte de la industria de los viajes debemos analizar y reflexionar sobre este momento histórico que vivimos. La responsabilidad personal es y será el paso más importante que las personas pueden dar para protegerse a sí mismas y al entorno que las rodea.
Viajar forma parte de nuestra esencia y es una necesidad inherente a todo ser humano. Por lo tanto, no hay dudas de que vamos a volver a viajar. Pero cuando finalmente llegue ese momento, deberemos hacerlo de manera más consciente, más sostenible, con un mayor sentido de la solidaridad y con un profundo respeto hacía las comunidades locales y el medio ambiente.
Todos aquellos que participamos de la cadena de valor del turismo tenemos la responsabilidad y la oportunidad histórica de repensar el modelo turístico de masas y evitar sus más peligrosas consecuencias.
El turismo planificado, menos concentrado, sostenible y responsable es la respuesta.
Un Mundo Incontable 
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